ROMANCERO NO SIN MI JORDI

Mi madre me había escrito un romancero para estos carnavales. Por fin me llevó a Cádiz. Pero sólo me sacó al Falla (donde nos abuchearon y le dijeron borracha) y a la calle de la Palma (donde le tiraron una botella a mi tía y le cortaron el micro a mi madre diciendo que era 'por respeto al público').
No me sentó muy bien que el lunes de carnaval fuera mi último día de carnaval en la calle, pero la verdad es que salía un poco mareado del numerito de la trepanación con un palo de fregona. Pero no creo que se me vaya a crear mala sangre con ella, porque no quiero que me entre un tumor de conciencia. El otro día vi a uno que le había entrao un síndrome de Dawn y no estoy pa eso.

(Esto es un tumor de conciencia).

Inma Rodríguez Cunill.